Astrología, camino celestial de sanación

Astrología kármica, maya, védica, astromedicina tibetana, astrología sagrada de los cherokees...

De mi estudio y práctica en estas disciplinas, he recordado caminos celestiales tiempo atrás olvidados en nuestro mundo, mapas estelares iniciáticos, únicos, personales e intransferibles esperando su momento para ser revelados.

En el momento en que un alma decide reencarnar y más concretamente, en el momento de su nacimiento, existe una configuración única en cuanto a la posición que ocupan los planetas dentro de los distintos signos del zodiaco y en cuanto a los aspectos angulares que se forman entre ellos. Esta configuración trigonométrica, este juego de energías es el Mándala Astral Natal que cada Ser posee, su mapa celestial de vuelta a casa, este viene determinado única y exclusivamente por la situación kármica del alma en cuestión.

“Un niño nace en aquel día y en aquella hora en que los rayos celestiales están en armonía matemática con su karma individual. Su horóscopo es un desafiante retrato que revela su pasado inalterable y su probable resolución futura.”

Swami Sri Yukteswar.

En este Mándala Astral Natal aparecen reflejados infinitos datos relacionados directamente con el karma del alma en cuestión, con su dharma, con toda su estructura interna, nos muestra la naturaleza más intima de cada uno de sus cuerpos sutiles. En definitiva, la cualidad o estado de desarrollo y expresión de cada uno de sus centros energéticos, el estado de las relaciones entre ellos, los dones y habilidades ya desarrollados en otras vidas, así como los obstáculos y las lecciones a aprender en esta encarnación y la forma de ir transcendiéndolos armónica y creativamente.

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